sábado, 9 de diciembre de 2006

Nuestros ancestros, los autorreplicantes.

Sobre la historia de la vida en nuestro planeta Tierra aún quedan huecos importantes por conocer, los que a mi entender son de mayor importancia son los que señalaron Jonhn Maynard Smith y Eörs Szathmáry en su libro The Mayor Transition in Evolution. Todos representan pasos muy importantes en la evolución de la vida, puntos de inflexión. No sabemos como ni por que ocurrieron la mayoría de ellos, pero los biólogos y la gente que estudia la evolución en general, tenemos una teoría (la teoría evolutiva moderna, la síntesis moderna) muy sólida en la que basarnos para construir hipótesis y modelos sobre estas cuestiones.


Bueno, sobre estas cuestiones menos para quizás la más difícil, el origen de la vida (puntos 1 y 2). La teoría de la evolución de Charles Darwin, sentó las bases de la moderna teoría evolutiva, pero ambas son una explicación a la evolución de las especies. Como explicación es brillante, nos dice por que cambian las especies, y actualmente podemos saber si una especie está cambiando y hacia donde, incluso como se generan nuevas especies.



La selección natural, se puede entender como una fuerza que hace que las características biológicas de las especies cambien, y como resultado de su acción las especies se adaptan a su medio ambiente. Pero, al igual que ocurre con la fuerza de la gravedad en el mundo de la física, que no estuvo presente desde el mismo origen de nuestro universo, la selección natural apareció en nuestro planeta cuando lo hizo la vida (quizás algo después).


Aquí los biólogos seguimos teniendo muchísimo trabajo. No tenemos una teoría para explicar el origen de la vida, si muchas hipótesis, pero ni siquiera tenemos una teoría general en la que apoyarnos. Y para colmo de males, solo tenemos un ejemplo de lo que es la vida, la de nuestro planeta. Pero una de las cosas que tenemos mas o menos claras es que en algún momento, en el origen de la vida, surgieron moléculas o sistemas de moléculas capaces de autorreplicarse. Nuestros ancestros mas lejanos fueron estas moléculas autorreplicantes.